Martí Sawe, nacido y crecido en Barcelona, ha forjado una prolífica y persistente carrera en el graffiti desde 2001.
Su estilo genuino es una pelea entre el control y descontrol que le impulsa constantemente a la experimentación y evolución.
Detalles virtuosos conviven con garabatos, letras con cartoons, anuncios en la televisión con throw-ups en tu persiana, exposiciones de arte con multas.
Sawe consigue triturarlo todo y expulsarlo con magia.