El número empieza por todo lo alto -nunca mejor dicho si vemos la pieza sobre el metro elevado de Moss- con un pica-pica de trenes, escandinavos en su mayoría, de siete páginas. Destaca el metro de Nueva York de Cherokee y las piezas de Keff, Blis.

Pasamos rápidamente al reportaje sobre Easer. El danés demuestra la versatilidad de su estilo y lo bien que se adapta a la curvatura de los S-Train rojos como. ¡Internet gratis, gente!

A continuación tenemos otro contenido de peso: la entrevista al berlinés Spair. El experto del estilo ignorante aborda varios temas relacionados con este tipo de graffiti de una forma muy interesante. Si eres un amante de las teorías sobre el estilo, deberías leer cada palabra de lo que hay escrito en estas páginas.

El cóctel de muros sigue la linea editorial de Incognito: estilos irreverentes y frescos cuyo origen solo podemos determinar conociendo su autoría. Curiosa la publicidad camuflada de la marca de ropa New Black.

La escueta pero selecta sección de bombing es sucedida por el especial dedicado a Screw, escritor sueco de trenes cuyo estilo de tendencia oldschool parece adaptarse a las exigencias del graffiti más vanguardista.

La remesa de World Wide Trains vuelve a dejarnos la boca abierta con piezas de Fits, Blis y Triss entre otros, para pasarnos al reportaje sobre Spacer, escritor moscovita que narra en primera persona la evolución de la escena rusa y sus peculiaridades. Seis letras en rabiosas piezas que cubren modelos de la Europa más oriental.

Un puñado de muros de todas partes nos empachan de color y trazos antes del postre: el madrileño Odio sirve una selección de sus impecables piezas.

Si bien Incognito puede ser la revista de graffiti con más personalidad de Europa, en este número 21 han conseguido ofrecer un material harto interesante, tanto por las piezas que presenta como por los contenidos escritos que en él encontramos. Un documento único con una linea estilística tan definida como heterogénea.